Valentia Mediaevalis : De Ausiàs March a Josep Jofré, Señor de Pardines.
Este blog está registrado en la Biblioteca Nacional de España con el número de ISSN 2603-8714

lunes, 28 de noviembre de 2016

De Ausiàs March a Josep Jofré, Señor de Pardines.



Hace pocos días, nos despertábamos con una magnífica y extraordinaria noticia. Unas excavaciones realizadas en la cripta de la  capilla del Coro de la iglesia del monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, daban con los restos de 12 cuerpos de la familia del poeta y escritor Ausiàs March. Entre otros, se hallaba el cuerpo del padre del poeta, Pere March, y los de dos de sus esposas, Isabel Martorell, hermana de Joanot Martorell,  y Joana Escorna.

Sin lugar a dudas este ha sido un gran descubrimiento, hallazgo que nos acerca un poco más a la vida y obra de este gran poeta, del que sin embargo, y todavía hoy en día, desconocemos el lugar exacto de su enterramiento...


Detalle del cuadro de San Sebastián, obra del pintor valenciano Jaume Baçó Escrivá (1411-1461) que se encuentra  en la Colegiata de Santa María de Xátiva, y que es considerado como un retrato de Ausíàs March.



Si visitamos en la Catedral de Valencia la actual capilla de la Beata Josefa Naval Girbes,  capilla anteriormente dedicada a Fernando III el Santo, rey de Castilla, veremos en el suelo una bonita lápida o lauda sepulcral de mármol negro, y de estilo neogótico. En ella podemos ver la imagen del poeta, vestido como un típico caballero gótico valenciano, con capa, armado con espada y daga, con un libro en el pecho entre sus brazos,  y con su cabeza reposando sobre una almohada. 


Lauda sepulcral de Ausiàs March en la capilla de la Beata Josefa Naval Girbes, Catedral de Valencia.


Esta imagen nos recuerda enormemente a la pintura de "San Sebastián" que se encuentra en la Colegiata de Santa María de Xátiva, obra del pintor valenciano Jaume Baçó Escrivá, más conocido como Jacomart, y que desde el siglo pasado se consideró como un retrato del poeta Ausiàs March



Imagen de San Sebastián (siglo XV). Colegiata de Xátiva.



Lauda sepulcral de Ausiàs March. Catedral de Valencia.

El primero en hacer coincidir esta imagen de San Sebastían con el retrato del poeta y escritor Ausiàs March, tal y como asegura el profesor de la Universidad de Valencia Alexandre Bataller Català, en su trabajo "Les marques i el llocs literaris com a elements de transposició didàctica: el cas d`Ausiàs March",  fue Elías Tormo, quien en el año 1912 escribía lo siguiente:

"El lector amante del gran poeta Ausiàs March, aquí lo puede imaginar; así vestía y así se comportaría, al menos cuando no dejara traslucir al mundo la hondísima melancolía de sus amores por Na Teresa, causa inmortal de su fama. Plenamente contemporáneo del poeta es este San Sebastían, tan sutil y discretamente mundano y caballeresco..."

Esta afirmación la volvía a hacer un año más tarde, en 1913 el historiador y arqueólogo albaidense, quien volvía a insistir en ello:

"El retrato de Ausiàs March no lo podemos conocer; su indumentaria, su porte, su elegancia y su aire me adelanté à cislumbrarlos en la tabla más caballeresca de Jacomart, el San Sebastián, un apuesto doncel, con arco y flechas, del ex convento de San Francisco en Játiva...".

Así pues podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que fue en este "San Sebastían" de Jacomart, en quien se inspiró el artista que esculpió esta lauda mortuoria dedicada a la memoria del poeta, la cual se colocó en esta capilla de la Beata Josefa Naval Girbes en el año 1950, costeada por el Ayuntamiento de Valencia y la asociación cultural  Lo Rat Penat.

En los laterales de la parte superior de la lápida, podemos ver los escudos familiares; el primero de ellos, cuartelado, está formado por ocho roeles en los cuarteles 1º y 4º, mientras que  en el 2º y 4º vemos lo que deberían ser tres tizones encendidos. El segundo de los escudos porta solo los ocho roeles.

Todo el conjunto se encuentra rematado por una leyenda al rededor de la figura de Ausiàs March,  con versos del poeta:



"Jo soc aquest que en la mort delit + prenc puix que + no tolc la causa per que em ve".


Pero, ¿ Por qué se colocó aquí esta lápida?

El canónigo Sanchis i Sivera, en su obra publicada en el año 1909 sobre la Catedral de Valencia, pensaba haber encontrado este emplazamiento gracias al codicilo del poeta del 3 de marzo del año 1459, en el que pedía que sus restos mortales fuesen sepultados "en lo vas o capella dels Marchs en lo claustre de la seu prop del capitul".

Sanchis i Sivera hacía pues coincidir esta capilla de la Beata Joefa Naval, llamada también antiguamente como  "De Corpore Christi", y donde se encontraba el altar de San Vicente Ferrer "el pobret", con la capilla familiar de los March, sin citar ningún dato para poderlo contrastar.

Lo que evidentemente desconocía el canónigo valenciano, es que Ausiàs March dictó anteriormente testamento, el 29 de octubre del año 1458 para ser más exacto, documento que se encuentra en el Archivo del Reino de Valencia, y que vio la luz por primera vez en la década de los 30 del pasado siglo de manos del investigador francés Amédée Pagès.

Este testamento fue dictado en su casa de la calle Avellanas al notario Berenguer Cardona, y siendo testigos Miquel Julià, Domingo Davinyó, y Joan Moreno.


Testamento de Ausiàs march. Archivo del Reino de Valencia.


Sin embargo este testamento, tal y como indicaba en uno de sus márgenes el notario Berenguer Cardona, nunca llegó a publicarse, ya que Ausiàs March lo revocó por otro dictado el 4 de noviembre de 1458. Este testamento fue descubierto y publicado en el año 1997 por el historiador e investigador Jaime J. Chiner Gimeno en su trabajo "Ausiàs March i la València del segle XV", y actualmente se encuentra en el Archivo Ducal de Medinaceli.

En este testamento, el poeta indicaba lo siguiente:

"Per lo qual testament elegesch marmessor meu e del present meu derrer testamenent execudor lo hereu meu deíus scrit lo qual vull que.n  faça la mia sepultura, anniversari, capdany a coneguda sua. La qual sepultura elegesch en lo cementeri de la Seu de Valencia en la capella o vas dels Marchs construïda en ala claustra, prop la casa del capítol."

Así pues y gracias a este testamento, sabemos que la capilla de los March no se encontraría en el lugar indicado por el canónigo Sanchís i Sivera, sino en el conocido como "fossaret vell", el cementerio de la Catedral que se encontraba junto al edificio exento donde se reunía el Capítulo, es decir, la antigua aula Capitular, actual capilla del Santo Cáliz.

Este viejo cementerio se encontraba en la zona que hoy ocupa la conocida como arcada Nova, junto a la antigua torre de la Catedral, y allí es donde estaría la capilla de los March.

De hecho, en el pasadizo que lleva a la capilla del Santo Cáliz, podemos observar hoy en día dos sepulcros de la familia March, procedentes del subsuelo del museo catedralicio.

Pero no solo Ausiàs March fue escritor y poeta. También fue hombre de armas, lucho junto al Magnánimo en sus expediciones por el Mediterráneo; fue halconero real, y Señor de Beniarjó, Vernissa, y Pardines.

Y este hecho nos lleva directos a otra de las capillas de la Catedral de Valencia, a la capilla de la Virgen del Puig. En la pared izquierda de esta capilla, vemos una urna sepulcral atribuida a Josep Jofré, Señor de Pardines, aunque la verdad, debido a su estado (cubierta de cal y estuco) se  hace bastante difícil su identificación. 


Sepulcro atribuido a Josep Jofré, Señor de Pardines. Capilla de la Virgen del Puig. Catedral de Valencia.


Nos dice el canónigo Jose Sanchis y Sivera en su "Nomenclator geográfico eclesiástico de los pueblos de la Diócesis de Valencia", que "Pardines, era una alquería árabe situada en el término de Gandía, de la que D. Jaime dio tierras Pedro Serra y a Sobrania su mujer; a Pola, hija de Sancho Muynos de Mesquita, a Domingo Perez del Bayo, y a Juan de Aguiló, el 9 de mayo de 1248. En el siglo XVII, pertenecía a los Moncadas, marqueses de Aytona. En tiempo del Beato Patriarca contaba 20 casas de cristianos nuevos, y fue anexionada a Beniarjó, en 1535, al eregirse este lugar en rectoría de moriscos."


Pero veamos que dice el Llibre de Repartiment sobre Pardines.

El primer registro lo encontramos con fecha de 22 de junio de 1238, donde se dice textualmente que se le da al "Concilium Turoli, castrum el villam de Xerica...et in donacione ista sit Pardinas...", es  decir, que Pardines, se le da al Concejo de Teruel en la misma donación que el castillo y villa de Jérica.

En el siguiente registro, con fecha del 7 de agosto, se le otorga la alquería de Pardines al caballero Eiximén d'Urrea, especificando que esta donación no incluía ni hornos, ni molinos.

El 18 de septiembre del año siguiente, 1239, la alquería de Pardines es donada, esta vez con sus hornos y molinos, al caballero Roderic Enyéguez.


No se vuelve a hacer referencia a Pardines hasta el año 1249, año en el que aparece un apunte por el cual se le da a Pere Serrá y a su esposa Sobrania, tres jovadas de tierra en este lugar, igual que sucede con Pola, hija de Sanç Munyoç, y Forç de la Tora quienes reciben la misma cantidad de tierra.

Los dos últimos apuntes que encontramos sobre Pardines en el Llibre del Repartiment corresponden a Domènec Péreç del Bayo, quien recibe seis jovadas de tierra, y a Joan d'Aguiló, quien recibe tres jovadas.

Gracias a la copia de un acta notarial que se conserva en el Archivo Ducal de Medinaceli , sabemos que Pardines estuvo en manos de Lluis Boil hasta el 20 de agosto de 1376, fecha en que este lugar, junto con otros territorios, fue vendido a Pere March y su mujer por 90.000 sueldos, territorios que donó en vida a su hijo, el poeta Ausiàs March.

A su muerte, el poeta dejaba su baronía, incluyendo Pardines, a Jofré de Blades y su esposa. Sin embargo, sus parientes impugnaban el testamento, consiguiendo invalidarlo, por lo que comenzaba un periodo de litigios y enfrentamientos por diversos motivos, entre ellos el aprovechamiento del agua, en las posesiones que fueron de los March.

Finalmente y ante la situación, el Gobernador de Valencia decidía subastar la baronía, comprándola en el año 1481 Johan Tolsà de Ripol.

Ya en una anotación del año 1485  de "El Manual de Consells de Gandía", aparece Johan Tolsà de Ripol ostentando el título de Señor de Pardines.

La baronía que fuera de los March, pasó en el año 1502 a manos de los Tolsà-Moncada, quedando en manos de estos últimos, los Moncada, en el año 1554, de mano de Pere de Moncada, conde de Aitona.

¿Pero qué sabemos de los Jofré y cuando empezaron a  ser Señores de Pardines?

En el Archivo de la Catedral de Valencia existen hasta un total de 24 pergaminos referentes a los Jofré. El primero de ellos está fechado el 5 de mayo de 1271, y aparece relacionado con la venta de una casa junto al cementerio de San Martín, fuera del portal de la Boatella

Sin embargo de todos ellos, solo cinco  son los que ahora nos interesan.

El primero de ellos está fechado el 21 de enero del año 1402, y signado con el número 7733,  y su importancia recae en que Guillermo Jofré, ya aparece documentado como beneficiario de la antigua capilla de Santa Lucía, la actual capilla de la Virgen del Puig.

Sin embargo, los otros cuatro, son los más importantes, ya que desde el primero de ellos, fechado el 31 de octubre del año 1593, hasta el último, fechado el 4 de agosto de 1595, Pedro Jofré aparece documentado ya como "Señor de Pardines".

Sin embargo, y tras devorar documento tras documento, ha sido imposible el poder documentar a Joep Jofré, Señor de Pardines.

La única mención encontrada es la que de él hace el canónigo Sanchis i Sivera en su trabajo sobre la Catedral, cuando dice textualmente:

"Mas tarde vemos que ejerce el patronato, sin que sepamos cuando empieza, D. José Jofré, señor de Pardines, el cual tenía su escudo en el altar, que era terciado en palo: 1º, cuatro lises de azur en campo de oro, y 3º, ocho roeles de oro en campo de gules. El sepulcro de la izquierda, ya mencionado, debe ser el del patrono."

¿Quizás sea Pedro Jofré el allí sepultado? ¿Algún día aparecerá algún documento capaz de identificar y documentar a Josep Jofré? o por el contrario, ¿El sepulcro no pertenezca a la familia Jofré?

Dos sepulcros de dos señores de Pardines, Ausiàs March y Josep Jofré. Dos incógnitas que esperemos algún día se resuelvan.


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